Hace años que se conocen las barras luminosas. Son unas cápsulas en
las que al poner en contacto productos químicos, (doblando la barrita y
juntando substancias) se produce una reacción que genera una cierta
cantidad de luz por un período bastante largo de tiempo. Es lo que se
llama una reacción "quimioluminiscente" . Una luz que además puede ser
de cualquier color, incluidos colores muy chillones.
Su primer uso fué en la seguridad, como señalizadores de objetos, balizar peligros o marcar un camino.
Otro gran uso fué para la pesca, intercalando barritas en las redes
para atraer a las especies que son atraidas por la luz. No sólo pesca
deportiva, sino industrial.
Este
tipo de pesca sería inocuo si no fuera porque las barritas gotadas son
desechadas por los pescadores o se pierden en los levantes y van a parar
al fondo del mar. Son plástico de lo más duradero y productos químicos, lo peor para el mar.
Por eso se han estudiado plásticos biodegradables, más inocuos.
Pero
debido a lo vistosa que es la luz, ha aparecido un tercer uso. El uso
lúdico en fiestas, conciertos y discotecas. Las barras son muy vistosas
haciendolas brillar en las oscuridad especialmente en grupos en movimiento
debido al efecto de retardo que tiene nuestra retina. De hecho, en
muchas discotecas, especialmente las de tarde, para adolescentes,
empezaron a regalarlas con la entrada.
Y aquí empieza el problema. Las barras o sticks son fuertes y seguros. No
se rompen con nada y pueden tener cualquier forma como collares, gafas,
corazones o dedales, pero lo que se puso de moda es meterla en la
boca. Se añade eso a que no es infrecuente la ingesta de drogas,
especialmente la MDMA o "extasis", y otras más de tipo sintético que
provocan el descolgamiento de la mandibula, y que se evita mordiendo
cosas.
Así,
aunque el palito sea en un principio seguro, no lo es ante los
mordiscos convulsivos de alguien bebido o de un individuo colocado. En
esas circunstancias, la cápsula con los productos químicos puede
terminar rota y el producto de dentro de la boca .
¿Qué productos?
Las
barras llevan ftalato dibutílico, que es una substancia no demasiado
tóxica, y este se mezcla con agua oxigenada. Tampoco demasiado tóxica.
Pero juntas suman y además el sujeto en cuestión no es que haya tocado
los químicos, es que los ha metido en la boca.
En
la boca produce asfixia y vómitos además de un gran ardor. Además, al
manipular los restos, el "notas" se suele tocar los ojos complicando bastante la situación y no se descarta que pudiera ingerir el plástico provocándose asfixia.
En resumen:
Las
barritas luminosas son una curiosidad para cualquier aficionado a la
química. Son baratas, muy vistosas, tienen ciertos usos serios y son
seguras incluso para que juegen los niños, pero no están hechas para
"colgados de discoteca".
Cómo detalle, decir que como el año pasado en las fiestas de Rianxo alguna gente
"case afojou" por el exceso de humo de las bengalas cantando "A
Rianxeira", parece ser que en 2015, las van a cambiar por barritas
luminosas.
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